Los mitos y mentiras de la autoestima

14 dic. 2010
Por Miguel Gallegos Velarde

"Es un gran error creerse más de lo que uno es,
 o menos de lo que uno vale".
Johann Wolfgang Goethe

Los "mitos" de la autoestima son las mentiras o creencias falsas de los supuestos beneficios que la autoestima nos brinda; pero, que en realidad no son así.

Al contrario de lo que se cree, la autoestima no sería la causa del éxito; sino, una consecuencia de ello.

PROBLEMAS EN EL CONCEPTO
Los conceptos de autoestima traen algunos inconvenientes, ya que en las investigaciones “no suelen presentar una definición precisa del concepto de autoestima. Ello hace que en la misma categoría de análisis se mezclen personas con un sano respeto hacia sí mismas con aquellas que fingen tener una autoestima mayor de la que realmente sienten o incluso con quienes muestran un perfil narcisista. No es extraño, pues, que este campo de investigación sólo ofrezca conclusiones débiles o contradictorias” (1).

DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA
“Los niños no nacen con autoestima, pero ésta surgirá y crecerá constantemente durante su vida. La autoestima se desarrolla con las experiencias del niño y con las reacciones de los demás. [...] La importancia de fomentar la autoestima desde pequeños es enfatizada por la investigación, que indica cómo queda completamente definida a los ocho años de edad” (2).

IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA
En este apartado, argumentamos la importancia de la autoestima; sin embargo, primero, nos parece pertinente presentar investigaciones que no consideran a la autoestima como una fuente psicológica de efectos beneficiosos. Por ello, “el meollo del debate estriba precisamente en la existencia de una relación causal. Si una autoestima elevada generara beneficios directos, quedarían justificados los esfuerzos y dispendios dedicados a infundir tal sentimiento. Pero si la relación causal fuera inversa, es decir, si una imagen positiva de uno mismo fuera el resultado del éxito social o de una conducta moral ejemplar –lo cual resultaría por lo menos plausible– de poco serviría fomentar sólo la autoestima” (1).

Roy F. Baumeister, Jennifer D. Campbell, Joachim I. Krueger y Kathleen D. Vohs (2005) refieren algunas investigaciones que han demostrado algunas contradicciones de lo que comúnmente se dice o se cree (mitos) acerca de la autoestima, los cuales concluyen: “Una autoestima elevada no mengua la tendencia hacia la violencia, no frena a los adolescentes en la senda hacia el alcoholismo, el abuso del tabaco o las drogas, ni mejora el rendimiento escolar o laboral”; sin embargo, seguidamente muestran una correlación entre la autoestima y la felicidad, señalando lo siguiente: “nos llevamos una agradable sorpresa cuando examinamos la posible relación entre la autoestima y la felicidad: las personas con un buen nivel de autoestima son más felices que las demás y tienen menos probabilidad de caer en depresiones” (1).

La correlación entre autoestima y felicidad no es la única que justifica la importancia de la autoestima, también podemos manifestar que “para la resolución de conflictos, la buena autoestima es importante: si el niño está deprimido o triste, a menudo no expresa sus emociones y lo que quiere (sus intereses).” (3).

En cuanto a la agresión escolar, las características de “las víctimas típicas son alumnos más ansiosos e inseguros que el resto. Además, suelen ser cautos, sensibles y tranquilos. Cuando se sienten atacados, normalmente reaccionan llorando (al menos en los cursos inferiores) y alejándose. Asimismo, padecen una baja autoestima, y tiene una opinión negativa de sí mismos y de su situación” (4).

NOTAS:
(1) BAUMEISTER, Roy, et. al. “El mito de la autoestima”, en Revista Investigación y Ciencia, (marzo 2005), pp. 70-77. (Proporcionado gentilmente por la señorita Luz Marina Huanca).
(2) FELDMAN, Jean. Autoestima para niños: Juegos, actividades, recursos, experiencias creativas. Lima, Orbis Ventures S.A.C., 2005.
(3) SALM, Randall. La solución de conflictos en la escuela. Lima, Orbis Ventures S.A.C., 2005.
(4) OLWEUS, Dan. Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Lima, Orbis Ventures S.A.C., 2005.
* Ilustración: Solange Esquivel Gallegos.

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