Cuando fallan las apariencias

21 jun. 2010
Adaptado del libro
 "La Filosofía, una invitación a pensar"
 de Jaime Barylko

- Pienso que los sentidos me engañan; pero, luego llego a la conclusión de que soy yo quien se engaña mientras interpreto los datos que mis sentidos me arrojan. Lo que veo es una apariencia, no la realidad... ¡Nada del mundo es lo que parece ser!
- ¡Terminas de descubrir la filosofía!, - me dice mi amigo, profesor de una escuela secundaria - estamos rodeados de apariencias; pero, cuando uno despierta, quiere conocer la verdad, lo que se oculta detrás de las apariencias.
- ¿Y porqué no todos somos filósofos? - le pregunto.
- Primero, porque no todos despertamos. La mayoría pasa la vida entre las apariencias y con ellas se satisfacen.
- ¿Y cómo despertaste?
- Cuando la apariencia entra en crisis, cuando falla, si estás dispuesto a darte cuenta, se produce la fractura, la realidad se desgarra como un velo. Ahí te detienes, y piensas:

Si no tuvieras esos ojos verdes - me pregunto - ¿te querría igual?" Digo que sí, ¡claro!... pero no estoy seguro. Y si en lugar de ser delgada y de medir un metro sesenta y siete, fueras más abultada y midieras uno cincuenta y nueve. Imagino que sí, que te amaría igual; pero... francamente cada vez estoy menos seguro. Después de todo ¿por qué te amo?
Acaso por querer besarte o "hacerte el amor"... Acaso son sólo mis sentidos los que te apetecen o es que amo a la mujer que está dentro de ese cuerpo...
He aquí una pregunta que me desvela, y cuando estoy desvelado, pienso. Y cuando pienso, quiero saber la verdad. Y cuando quiero saber la verdad, me aparto de la vida, me alejo, tomo distancia y te contemplo desde lejos...

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